El personal penitenciario y los presos deben considerarse de alta prioridad para recibir una vacuna aprobada contra el coronavirus para prevenir epidemias en las instituciones y desbordes en la comunidad, dicen los investigadores.
Las poblaciones densas, junto con una ventilación y un saneamiento deficientes, hacen que las prisiones sean entornos de riesgo para los brotes de enfermedades infecciosas, pero los reclusos a menudo son reacios a admitir que están enfermos o consultar a un médico por temor a ser sujeto a un aislamiento más estricto.
Los factores se combinan para hacer que las prisiones sean posibles reservorios de enfermedades, según investigadores de la Universidad de Oxford, lo que aumenta los niveles de enfermedad en el interior y propaga la infección en la comunidad cuando los presos son liberados y que el personal, los visitantes y los presos preventivos van y vienen.
Seena Fazel, profesora de psiquiatría forense en Oxford, dijo que los encarcelados tendían a tener tasas más altas de problemas de salud física y mental que los de la misma edad en la comunidad, lo que los pone en mayor riesgo de contraer coronavirus. . Pero el movimiento de personas dentro y fuera de las instituciones planteaba riesgos adicionales para la comunidad circundante.
“Nuestra investigación sugiere que las personas en prisión deberían estar entre los primeros grupos en recibir una vacuna Covid-19 para protegerse contra infecciones y prevenir la propagación de enfermedades”, dijo.
Fazel y sus colegas llegaron a la conclusión después de revisar 28 investigaciones sobre brotes de enfermedades infecciosas en las cárceles, desde tuberculosis e influenza hasta sarampión y Covid-19. En algunas epidemias, las enfermedades se propagan rápidamente porque los presos infectados tienen mucho contacto.
“Las prisiones pueden actuar como reservorios de enfermedades”, dijo Fazel. Sin vacunas para proteger al personal y los presos, "estamos analizando el potencial de propagación comunitaria, especialmente en áreas que ya están muy desfavorecidas y donde las personas ya están en riesgo", dijo. La investigación se publica en BMJ Global Health.
Los brotes de coronavirus en al menos tres cárceles de Colombia, Perú y Venezuela han provocado disturbios por la falta de saneamiento e higiene, lo que ha provocado decenas de muertes entre los reclusos.
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