Tres llaves. Tres efectos. Tres ruidos distintos. El látigo de una pelota de fútbol golpeó perfectamente la carne de la bota de Jorginho. El repiqueteo…
Tres llaves. Tres efectos. Tres ruidos distintos. El látigo de una pelota de fútbol golpeó perfectamente la carne de la bota de Jorginho. El repiqueteo…