No es sorprendente que las personas que viven en campos de refugiados en Francia estén desesperadas por hacer este cruce peligroso, dadas las terribles condiciones que enfrentan.
El coronavirus ha agravado una situación peligrosamente fatal. Las personas están atrapadas en áreas pequeñas, no pueden distanciarse socialmente, y el apoyo del que dependían para sobrevivir se reduce considerablemente.
Estas personas huyen de situaciones aterradoras en algunas de las regiones más peligrosas del mundo. Están apuntando al Reino Unido porque quieren estar seguros.
Muchos tienen lazos familiares u otros, y otros conocen nuestro idioma y desean integrarse y contribuir. Más que nunca, debemos darles una forma segura y humana de hacer que sus solicitudes de asilo se escuchen de manera justa, así es como terminaremos los cruces de canales caóticos y peligrosos para siempre.
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